La inversión inmobiliaria puede ser una gran alternativa para aumentar tus fuentes de ingresos y hacer crecer tu patrimonio generando ingresos pasivos.
A continuación revisamos qué son los ingresos pasivos, cómo puedes conseguirlos con la inversión inmobiliaria y qué opciones existen.
¿Qué son los ingresos pasivos?
Se denomina ingresos pasivos a aquellos que no vienen de tu actividad profesional o empresarial y que no requieren de tu implicación activa durante todo el tiempo que los percibes para generarlos.
De esta forma, son ingresos pasivos los que se generan por ellos mismos y no requieren de lo que se conoce como tu fuerza de trabajo. Así, es posible estar ganando dinero con los ingresos pasivos incluso cuando estás durmiendo o de vacaciones.
Los ingresos pasivos están muy relacionados con la libertad financiera: poder vivir sin trabajar de forma activa, solamente con los ingresos que te generan estas fuentes de ingresos “pasivos”.
Tu libertad financiera dependerá de tus gastos y de tu nivel de vida, ya que estos ingresos pasivos deben ser capaces de sostener tu vida real (en caso contrario, por mucho que ingreses este dinero no será suficiente para pagar todos tus gastos y no se podrá considerar que seas libre financieramente hablando).
¿Cómo generar ingresos pasivos con los inmuebles?
Los inmuebles son una gran alternativa para generar ingresos pasivos. En este caso, sin duda el modelo más popular es el de comprar una vivienda para alquilarla (aquí se puede incluir su reforma o no, entre los gastos, dependiendo de cada caso particular).
Para no descapitalizarse, lo más común es invertir usando el dinero del banco, es decir, contratando una hipoteca. La manera más interesante de aumentar tu patrimonio es hacerlo con deuda.
Es recomendable no dejarse llevar por la situación del mercado, no mirar tanto a “si es un buen momento” sino a si es una buena oportunidad. De esta forma, el estudio y análisis previo, los datos de rentabilidad que extraigamos del Excel, serán fundamentales para decidir si una oportunidad es buena para invertir o no lo es.
Piensa que en este caso no buscas comprar una vivienda para vendarla y generar un beneficio rápido (lo que nosotros denominamos ingresos masivos), sino que estás pensando en generar ingresos pasivos a largo plazo, así que en estos casos el precio de la vivienda y la situación del mercado no importa demasiado, porque el precio de los alquileres va a seguir subiendo y la vivienda que compres se revalorizará a medio y largo plazo.
De esta forma, puedes conseguir, alquilando la vivienda, no solamente ese flujo de ingresos pasivos del que hablamos o que los inquilinos te paguen la hipoteca, sino que a largo plazo conseguirás mucho más, una fuente de ingresos regulares, seguros, predecibles y estables que te permitirán ganar dinero incluso mientras duermes.
A partir de aquí, manteniendo la vivienda alquilada, vas a obtener un flujo de ingresos suficiente para juntar el capital necesario para poder realizar tu siguiente inversión.
La inversión inmobiliaria es apta para todo tipo de usuarios que adquieran los conocimientos y se decidan a tomar acción, ya que existen muchas alternativas para comprar un inmueble y muchas formas de ponerlo en rentabilidad, como te presentamos en el siguiente punto.
¿Con qué modelos de inversión inmobiliaria podemos generar ingresos pasivos?
Muchas personas creen que el único modelo de inversión inmobiliaria que permite generar ingresos pasivos es el alquiler a largo plazo o tradicional.
Pero la verdad es que existen muchas más variantes, y muchas de ellas con una rentabilidad mucho más elevada, si bien también cuentan con mayores riesgos y menor seguridad.
A continuación te las explicamos:
Alquiler tradicional
En este caso hablamos de alquilar un inmueble por un periodo de tiempo determinado, a largo plazo, a una persona que lo va a usar como su vivienda habitual. Esta modalidad es la más conocida y permite recibir unas rentas mensuales fijas, seguras y con una rentabilidad media, además de contar con la seguridad jurídica de un contrato. Del mismo modo, el propietario puede beneficiarse de algunas ventajas fiscales, como la deducción por alquiler en el IRPF o el IVA reducido.
Alquiler vacacional
En este caso hablamos del alquiler de un inmueble por períodos cortos de tiempo, normalmente a viajeros o turistas. Este tipo de alquiler suele realizarse a través de plataformas como Airbnb o Booking. Se trata de una modalidad que cuenta con una rentabilidad muy alta, ya que se puede cobrar más por noche que en un alquiler tradicional, y se puede ajustar el precio según la demanda y la temporada.
Sin embargo, también implica mayores riesgos y menor seguridad, puesto que depende de la ocupación, la competencia, la legislación y las valoraciones de los huéspedes. También requiere de una mayor inversión en mantenimiento, limpieza, gestión y publicidad del inmueble.
Alquiler por habitaciones
El alquiler por habitaciones consiste en alquilar cada una de las habitaciones de un inmueble a distintas personas, compartiendo las zonas comunes como la cocina, el salón o el cuarto de baño. Esta alternativa permite conseguir una rentabilidad mayor que el alquiler tradicional y también reduce el riesgo de impago, porque si uno de los inquilinos no paga se puede recurrir a los demás.
Mira este vídeo donde Sergio, del equipo de captadores, nos explicó como hizo esta reforma para un alquiler por habitaciones.
Alquiler para estudiantes
Es una modalidad de alquiler por habitaciones enfocada a un público específico: los estudiantes universitarios. Estos suelen buscar alojamiento cerca de sus centros de estudio, por lo que se puede aprovechar la ubicación y la demanda para ofrecer un servicio de calidad y obtener una buena rentabilidad.
Además, se puede contar con la ventaja de que los estudiantes suelen alquilar por cursos académicos, lo que garantiza una ocupación estable y una menor rotación.
Alquiler de almacenes, locales y hasta plazas de parking o trasteros
Son formas de inversión inmobiliaria que no requieren de una gran inversión inicial ni de la compra de un inmueble, ya que se trata de espacios más pequeños y más baratos que una vivienda, con lo que resultan asequibles para todo el mundo.
Estos espacios suelen tener una alta demanda y una baja oferta, lo que permite obtener una rentabilidad interesante y estable. Además, suelen tener unos gastos de mantenimiento y gestión muy bajos, y unos contratos de larga duración.
Rent to Rent
Es una estrategia de inversión inmobiliaria que consiste en alquilar un inmueble a su propietario para luego subarrendarlo a terceros, obteniendo un beneficio de la diferencia entre el precio de alquiler y el de subarriendo.
Esta opción permite generar ingresos pasivos sin necesidad de comprar un inmueble ni de hacer una gran inversión inicial, ya que solo se necesita el dinero de la fianza y el primer mes de alquiler.
Sin embargo, también implica una serie de riesgos y desafíos, como la necesidad de encontrar un propietario dispuesto a ceder su inmueble, la responsabilidad de cumplir con el contrato de alquiler y de gestionar el subarriendo, la posible competencia desleal o la ilegalidad de esta práctica en algunas zonas.
Sin duda las opciones son infinitas y lo más importante es conocerlas y atreverse a dar el primer paso.